La Red Compañera es un espacio de articulación regional de organizaciones, redes y colectivas feministas y lesbofeministas que acompañamos a mujeres, niñas y a otras personas a abortar de manera segura, cuidada y libre de todas las formas de violencias. Somos 21 grupas de 15 países de América Latina y El Caribe.
Nuestro modo político de acompañar abortos es respetando la vida y la salud de las mujeres y personas con capacidad de abortar. Damos respuestas rápidas y adecuadas a los diversos contextos de quienes necesitan abortar, tomando en cuenta su experiencia, sus necesidades, con respeto total hacía sus decisiones, y reconociendo su autonomía y fortaleza.
Disputamos los saberes de la medicina hegemónica colonial y producimos conocimiento entre nosotras/es, sobre cómo acompañamos abortos cuidados y feministas.
Nuestro horizonte es la despenalización total del aborto, por eso luchamos por el aborto libre, sin causales y sin límites de semanas, también interpelamos a los Estados para que frenen cualquier intento de persecución en contra de las/es acompañantes, las mujeres y personas con capacidad de abortar.
Queremos que nunca más abortar se considere un delito.
Nos juntan los modos feministas de acompañar y de comprender los abortos, entendiendo las diferentes formas de acompañar que cada grupa que conforma la Red, en cada país va desarrollando.
Acompañamos desde el amor y el respeto total hacia la autonomía de las mujeres y personas con capacidad de abortar, haciendo uso de la escucha activa, sin burocratizar los abortos, es decir, sin causales, sin plazos, sin agregar obstáculos.
Afirmamos que las mujeres y las personas con capacidad de abortar, son expertas en su vida y son las protagonistas/es de sus procesos de aborto. Acompañamos desde una relación horizontal, con base en las necesidades de quien abortará, reconociendo sus recursos propios y su capacidad de agencia.
Asumimos al aborto como una acción de cuidado de la vida y la salud de las mujeres y personas con capacidad de abortar, como una práctica cotidiana que buscamos se haga sin miedos, sin culpas, sin dependencias y desde el placer.
Reconocemos la experiencia de abortar como una situación atravesada por las diversas realidades en las que estamos inmersas las mujeres y personas con capacidad de abortar; por lo tanto, entender el aborto desde la justicia social, sexual y reproductiva nos permite acompañar desde una perspectiva interseccional que prioriza las necesidades de aquellas personas pertenecientes a sectores sociales históricamente minorizados en derechos y/o en condiciones de vulnerabilidad.
Nos reconocemos, junto con las mujeres y personas con capacidad de abortar que acompañamos, como productoras de saberes haciendo teoría desde la práctica. Cuestionamos la hegemonía médica a partir de la información que generamos a través de las experiencias de acompañamiento.
Promovemos el derecho a la información como una herramienta política que posibilita el acceso a abortos seguros y prioriza la autonomía frente a la hegemonía médica.